
LAS PRESAS.
19 de Junio de 2017
Según el Organismo Regulador de Seguridad de Presas (ORSEP) la definición de esta resulta la siguiente:
"Una presa es una estructura que se emplaza en una corriente de agua para embalsarla y/o desviarla para su posterior aprovechamiento o para proteger una zona de sus efectos dañinos.
Las presas permiten controlar y disponer de agua con los siguientes fines:
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Consumo humano
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Consumo industrial
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Riego
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Control de crecidas
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Navegación
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Protección de márgenes
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Generación eléctrica
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Turismo, esparcimiento y recreación
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Piscicultura
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Contención de aluviones"
De forma menos específica una presa y todos los embalses asociados permiten tener una reserva de agua para usarla posteriormente de muchas formas, de entre las que destacan la proporción de energía hidroeléctrica y protección contra precipitaciones extremas. Al diseñarse deben tenerse en cuenta todo aquello que se planea que la presa permita, como la disposición de agua en temporada de su ausencia de forma natural y de esta manera se incrementan los recursos hídricos renovables aprovechables.
Otra de las muchas cosas que nos permite es que el exceso de agua que desemboca pueda estar disponible para su uso, sin embargo, así como tienen pros, existen contras como el modificar los sistemas fluviales y la regulación de flujo que determina un gran impacto es zonas ecológicas de manera negativa. Al mismo tiempo esta agua que se supone que es para su uso posterior podría evaporarse en una proporción mayor a la que normalmente lo hace, provocando precipitaciones más abundantes que incluso provoquen inundaciones por sobrepasar la misma capacidad de la presa.
De cualquier forma, una presa suele ser en beneficio del ser humano, pero, como hemos mencionado, en ocasiones el estar pensando constantemente en nuestra supervivencia provoca daños graves a la vida que nos rodea, llegando al grado de que en vez de convertirse en una tecnología que nos brinde comodidad terminará por provocar nuestra ruina.
