Desde hace ya muchos años la deforestación viene a ser uno de los mayores problemas ambientales que se han presentado, desde la aridez que provoca hasta la erosión del suelo generada por esta, son algunos ejemplos de las consecuencias de ella, y lo peor de todo esto es que por lo general, es el mismo ser humano el que la provoca.

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A partir del momento en que la madera fue requerida como materia prima para diversos procesos productivos, el ser humano recurrió a la tala de árboles masiva para aumentar de esta la manera la producción a gran escala, el problema surgió cuanto tras esto no hubo una recuperación de las zonas deforestadas.

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Hasta cierto punto México podría considerarse un ejemplo a seguir respecto a esta problemática, ya que es considerado uno de los países con mayor índice de deforestación a nivel mundial, pero a su vez según datos del INEGI contamos con altos índices de reforestación en muchos estados de la República. 

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Un hecho que muchos ignoramos, pero que a su vez es una realidad cruda que debemos aceptar, es que al deforestar una zona se está destruyendo el hábitat natural de cientos de especies y esto en muchas ocasiones puede llegar incluso la extinción de la especie en concreto, ¿Alguna vez te has preguntado qué pasaría si una especie “superior” destruyera el hábitat en el que coexistimos?

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Sin lugar a dudas talar árboles sin la más mínima consideración por el ambiente es un gran problema, porque se si bien es un hecho innegable que todos tenemos aunque sea un mueble de madera en nuestras casas, también hay que tener en cuenta que la industria maderera tiene la responsabilidad de reforestar las zonas taladas y no sólo explotarlas hasta dejarlas prácticamente inutilizables.

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